Entramos
de lleno en la etapa de poda de la viña en Tacoronte-Acentejo. Prácticamente
durante dos meses, en la comarca se escucha un click-clack de tijeras
progresivo según las cotas de altitud. Un momento fundamental para determinar
“la carga” de la futura cosecha que podremos lograr en el último cuatrimestre
de 2016.
El
momento de la poda implica la determinación por parte del viticultor de la
cantidad de pulgares y varas que dejará a su viñedo para que el mismo se convierta
en realidad con la próxima primavera, y luego, en verano vayan madurando los
racimos de uva hasta la vendimia. El tipo de poda estará influenciado por la
variedad de vid, el sistema de conducción del viñedo y la mano del viticultor
con sus objetivos.
Con
la poda aplicada a un viñedo invernal ya sin hojas, la viña queda a la vista
despojada de sus largos brazos, desnuda completamente, sola con su madera y
preparada para reinventarse y continuar acumulando reservas hasta que la
primavera la muestre en todo su verde esplendor. Un paisaje invernal en
tonalidades ocres y marrón para el disfrute de todos.
Un
consejo: observa tu entorno.
Santi
S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario