Aarón Gómez nos tuvo que llevar al espacio
exterior para que en sólo dos días 80 mil personas vieran su arte (https://youtu.be/0SRY2JDte4k) y de paso pudieran darse cuenta que vino
y humor pueden ir de la mano. Es una iniciativa valiente y rompedora de
Tacoronte-Acentejo, por varias razones. Primero, porque esta mezcla de vino,
naves espaciales y humor parece inédita en el mundo de la promoción de vinos. Es
nuevo. Segundo, porque logra el
interés, al menos momentáneo, de otros públicos que probablemente no suelen
dedicar mucho tiempo a temas de vino. Abre.
Y tercero, porque rompe con la promoción clásica a través de los medios
tradicionales, tanto por el propio canal de comunicación –las redes sociales–,
como por el formato. Es algo que no se puede ver en la tele, escuchar en la
radio o plasmar en una valla de publicidad. Innova. Y gracias a Aarón Gómez encima entretiene y hace reír.
D.G.
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