Llega
el verano, temperaturas altas, y empezamos a decantarnos, unos más que otros
por bebidas de consumo más frío, cambiando la copa de vino por una cerveza.
Pero
para estos meses de verano más cálidos, también existe en el mercado una
variedad de vinos de diferentes elaboraciones y gama de colores que pueden ser
muy apetecibles: blancos, rosados y tintos. Nunca viene mal una copa de vino
blanco o rosado en verano, ideal para los platos más frescos y ligeros que se
suelen consumir en estos meses, entre ellos las ensaladas y el pescado,
acompañado de vinos cuya temperatura de consumo ideal oscila entre los 8–10ºC. Son
meses de muchas festividades y reuniones familiares, en los que se suele
consumir también otro tipo de comida de más calorías, especiadas, típicas por
esas fechas, apeteciendo entonces desde los tintos más suaves y afrutados de maceración
carbónica, o pasando por los tradicionales y criados en barrica, resaltando su
frescura cuando los consumimos entre los 14–17ºC.
Por
último, no debemos olvidarnos de los típicos vinos de postre, con su
característico sabor dulce, ya sean malvasías dulce natural o vinos de licor,
que elaboran, por ejemplo, algunas de las bodegas de la comarca Tacoronte-Acentejo ,
y servidos a temperaturas que oscilan entre los 8-15ºC ; estos son idóneos para
tomar con los diferentes postres y sobremesas de estas fechas.
Al
final te sorprenderás con la cantidad de vinos no sólo blancos y rosados, sino
la gran variedad de tintos que te harán disfrutar estos meses y que harán un matrimonio
o “pareja de hecho” con las diferentes comidas.
F.
D.
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