Finalizado el mes de
septiembre, ya se perciben en muchas de las bodegas adscritas a la Denominación de
Origen, los aromas de los primeros vinos de la añada 2013, que saldrán al
mercado; entre ellos blancos, en sus diferentes gamas, rosados y tintos. Serán
catados primero en rama por bodegueros y enólogos, teniendo algunos
consumidores habituales esta oportunidad poco usual, de degustar los vinos
antes de su salida al mercado.
Los “vinos en rama” son
vinos sin terminar, sin clarificar, antes de ser filtrados, que van
directamente del depósito, ya sea barrica o acero inoxidable, a la copa. Podemos decir
en este caso que estamos catando un producto de la uva, la cual proporciona lo
mejor de sí misma para lograr un equilibrio en nariz y en paladar, que está aun
falto de cierta elaboración o transformación.
De esta forma conoceremos
los matices que adquieren los diferentes vinos a su paso por los diferentes
depósitos y fases de la elaboración. Percibiremos desde los colores más intensos
en tintos, complejidad en nariz, hasta el afrutado más intenso en blancos y
rosados, cada vez más acentuado a medida que madura el vino.
Generalmente la finalidad
del bodeguero es elaborar vinos que no resulten pesados, que sean elegantes,
amables al paladar, con volumen y equilibrados. Es por ello que controlan
minuciosamente la evolución de los vinos para alcanzar ese objetivo.
F. D.
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