Empezamos la segunda
quincena de junio con unas condiciones climáticas en la comarca ideales para el
cultivo de la viña. Los viticultores seguro que prefieren el refrán “Por junio
mucho calor, que nunca asusta al labrador, al otro que dice “Agua por San Juan, quita
vino y no da pan”. De todas formas son meses donde la vigilancia sobre el
cultivo debe ser primordial, ya que humedades de más del 65%, con temperaturas
de 25º, son óptimas para el desarrollo de enfermedades como el oídio, mildiu,
etc.. En este momento, en el que dependiendo de la altitud de la comarca en la
que nos encontremos, la uva abarca del tamaño de guisante al principio del
envero, los tratamientos fitosanitarios con la utilización de productos
químicos de síntesis, a pesar de sus inconvenientes, se hacen necesarios,
siendo la base actual de la protección fitosanitaria en la viticultura de la
comarca, quedando totalmente prohibidos en agricultura ecológica.
Para ello hay que
hacer un uso racional de estos productos haciendo la elección correcta del mismo
a aplicar: materia activa, su forma de actuación, la forma de penetración en la
planta y la alternancia de materias activas. No se deben utilizar productos no
autorizados para el cultivo a tratar y que no estén en sus envases debidamente precintados
y etiquetados. Cualquier consulta sobre productos y su uso se puede realizar en
el Registro de Productos Fitosanitarios del Magrama.
Y por supuesto en caso de
duda, buscar asesoramiento, por los técnicos especializados.
F. D.
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