Con
el deshojado eliminamos varias hojas basales, en la zona de los racimos con el
fin de aumentar la exposición de estos a los rayos del sol, facilitando su
aireación y reforzando la defensa contra enfermedades y plagas, que puedan
aparecer, en estos últimos estadios del cultivo, antes de la vendimia.
Generalmente se practica al
nivel de los racimos sobre la cara de la fila expuesta al sol saliente, bien
sea a partir del envero, o en las vísperas de la vendimia. Los objetivos
principales son la mejora cualitativa y sanitaria de la uva, consiguiendo una
reducción en la duración de la recolección manual.
Realizado demasiado
pronto o demasiado severamente disminuye la superficie foliar en plena actividad,
provocando un descenso de calidad y de rendimiento. Puede ser combinado con un
despunte menos severo para compensar esta disminución de superficie foliar.
En cualquier caso
siempre dependerá de la variedad, clima y sistema de conducción principalmente.
F. D.
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