Portada y viñeta en “La balada del norte” de Alfonso Zapico
(Astiberri Ediciones,
2015)
Alfonso Zapico, Premio Nacional de Cómic 2012, dedica nuevamente viñetas al
vino de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo; esta vez, en su nueva
novela gráfica “La balada del norte” recientemente editada por Astiberri
Ediciones. Concretamente, en el capítulo décimo de dicho título, el joven
protagonista Tristán busca en el botellero de la casa de su padre un vino,
encontrando un Tacoronte-Acentejo de maceración carbónica y eligiéndolo para
pasar una relajada velada de sillón. Particularmente, me encanta descubrir
anacronismos entre viñetas, y más aun cuando se trata de guiños directos a un
determinado sector, como es en este caso.
“La balada del norte” se ambienta en los acontecimientos revolucionarios
ocurridos en Asturias durante la Segunda República Española. Constituye una
nueva aportación del mundo del tebeo al entendimiento de la Historia de España.
Sus páginas muestran magníficamente la intrahistoria que en su momento
definiera don Miguel de Unamuno; una intrahistoria que en este caso que nos
ocupa nos deja entrever la vida diaria del sector de la minería asturiana con
sus miserias y alegrías, sus amores y decepciones. En esta novela gráfica, cada
personaje representa un ideal y un sentir de la sociedad del momento, se observan
las distintas clases sociales y se muestra la efervescencia política que inunda
el ambiente.
La magia de este cómic se circunscribe a una narración gráfica,
potentemente documentada, que hasta el momento se balancea perfectamente entre
las distintas opciones sociopolíticas sin caer en demagogia. Es una historieta
de largo kilometraje donde las 226 páginas de este primer tomo se leen de un
tirón, pues el estupendo guión no deja al lector un respiro con un dibujo
elaborado en “escala de grises” a base de sutiles aguadas que tan bien sabe
hacer Zapico y que ya definen su obra; es más, espero ya ansiosamente la
segunda y última entrega de esta nueva magna obra del historietista asturiano. Altamente
recomendable para todos los amantes del tebeo y de la historia reciente de este
país; además de constituir una nueva referencia de la presencia del vino
canario en los tebeos, en este caso con nombre y apellido: Tacoronte-Acentejo.
Santi S.
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