La empresa vinícola Lot18 lo busca con el
diseño de colecciones de vinos vinculadas a series de televisión o sagas de
cine. Ha diseñados productos relacionados a trilogías cinéfilas como El Señor de
los Anillos o series televisivas como The Walking Dead. La última
idea que presentó es una colección de vinos (los que vemos en la fotografía
superior) relacionados con la serie “El Cuento de la Criada” (The Handmaid’s Tale), serie actualmente en parrilla con bastante tirón mediático. Este
último proyecto de la compañía no ha salido como esperaban los comerciales.
En una estrategia común de este tipo de campañas se presentó la imagen
de la nueva colección de vinos antes de sacarlas al mercado. Un paso habitual
vinculado a crear expectativas sobre el nuevo producto vinícola. Supongo que lo
que no esperaban los diseñadores de producto y responsables de la estrategia de
promoción es la mala respuesta en redes sociales.
La serie “El Cuento de la Criada” está basada en un futuro
distópico donde se ha implantado una dictadura fundamentalista y cuyo argumento
principal es que una joven se ve forzada a vivir como una concubina para dar
hijos a “su señor”. Es una mirada muy dolorosa que denuncia la barbarie que
puede llegar a alcanzar el puritanismo extremo. En este caso colocando a la
mujer en un segundo plano, convirtiéndola en un objeto cuyo único valor está en
sus ovarios, ya que hay un problema de fertilidad en la República Gilead
(actuales Estados Unidos en el mundo real).
Evidentemente el argumento de esta serie parece lo suficiente duro como
para pensarse diseñar una campaña positiva que favorezca la venta de un vino. Parece
muy arriesgado o casi suicida intentar comercializar un vino bajo la imagen de
las protagonistas femeninas de la serie. Pero dio más de si, los vinos basados
en sus descripciones tenían jugo suficiente para crear polémica. Aquí les remito a una web que hace una descripción somera del asunto.
Tengo la sensación que podría ser una campaña intencionada pensada en
buscar el rechazo de los potenciales consumidores. Y si es así ha funcionado
perfectamente: en poco tiempo suscitó un aluvión de críticas y comentarios
irónicos en las redes sociales que provocó que la empresa cerrara la campaña y
anular el proyecto. Si entras en la web no verás ni rastro de los vinos mencionados (pero sí ha quedado
indicios en blogs y webs de noticias en la red). Aquí les dejo para muestra un
botón de las reacciones en twitter:
Perdonen la traducción pero viene a decir algo como “puedes convertir la violación en una estrategia de mercado” “Claro ¿qué te apuestas?” “Estupendo, es para el vino de El Cuento de la Criada” “ jajaja lo adoro”
Andi Zeisler, de la web feminista Bitch Media, era
también muy directa: “Por fin, un producto que combina todo lo que odio:
el vino, el marketing, el capitalismo sin frenos y las distopías autoritarias
patriarcales donde las mujeres son ganado”.
En definitiva, esta idea
no fue muy afortunada, generando una polémica innecesaria para la promoción,
toda vez que la empresa ya tenía en el mercado otros productos que han
funcionado bien. ¿Un error de planificación? ¿un error de diseño de campaña o
de diseño del propio producto? Todo es cuestión de opiniones ¿Cómo lo ves?
Aun no siendo partidario
de estas ideas comerciales me parece que esta noticia nos ofrece algunas claves
que debemos aprender:
1.-
Si diseñamos una campaña basada en la actualidad, dimensionemos el impacto de
la misma. Estudiemos bien el tema sobre el que nos vamos a basar y tengamos en
cuenta los potenciales problemas y presentes las posibles explicaciones.
2.-
Parece adecuado estudiar bien donde vamos a realizar nuestra campaña (sobre
todo en redes sociales) para asegurarnos que el lenguaje, el tono, incluso el
mensaje sea adecuado y no nos cree problemas innecesarios. Esto último lo digo
desde el supuesto que la empresa utilizada como ejemplo no pretendía crear
polémica sobre su producto.
En definitiva, según mi
punto de vista, esta campaña es un error por no tomarse en serio las redes
sociales y su capacidad para dar valor o no a un proyecto o producto. ¿Lo
hablamos?
Miguel Febles (@Quewine)
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