Vinos de Maceración Carbónica,
supongo que habrán oído hablar de este término y sepan en qué consiste, sin
embargo, por si no fuera así:
“Se echan los racimos enteros, sin despalillar ni romper, en depósitos estancos saturados de
anhídrido carbónico. Hay una parte de la uva que se rompe o se aplasta y sufre
una fermentación normal, con levaduras, pero hay otra parte que sigue entera y
realiza únicamente una fermentación intracelular, dentro de la propia uva,
grano a grano”.
El resultado son vinos tintos más aromáticos, con intensos
recuerdos florales, de colores muy atractivos con brillantes ribetes morados,
ligeros al paladar con presencia de carbónico, generado por el propio método de
elaboración, que en la boca se presenta en forma cosquilleante que los hace más frescos.
Los consumidores encuentran en ellos un producto vivo, muy
joven, fragante, ligero, y con marcado recuerdo a “plátano”. Los puedes
encontrar en el mercado apenas dos meses después de la vendimia, son los
primeros en comercializarse.
Como todo en la vida, son vinos que hay gente a la que le
entusiasman y gente que no puede con ellos, ¿tú en qué grupo estás?