lunes, 10 de noviembre de 2014

Acertar en el mensaje y en el canal comunicador… ¡no es cosa de suerte!



En 1980 el consumo per cápita era de unos 50 litros de vino, en 2010 se situó en 18 litros. Todo el sector vitivinícola coincide en que hay que frenar la caída del consumo de vino y además, que no hemos sabido acercarnos a un sector de la población como son los jóvenes, por lo menos como nos hubiera gustado, por ello se reconoce que hay mucho terreno que conquistar aun y mucho que hacer en el ámbito de la promoción.

Ahora bien, llegado a este punto, hay que proponer preguntas para que se puedan responder con un mensaje adecuado a lo que se busca. Tan importante es adecuarnos a lo que queremos dar a conocer como el mensaje elegido.

Probablemente, muchos de los fracasos obtenidos en inversiones de promoción son por el lenguaje con el que se ha tratado siempre al sector del vino, hay que hablar con un lenguaje desenfadado, cercano, hay que eliminar la percepción de que el vino es un producto elitista, difícil de beber, hay que saber….

Hay que sacar el vino del escenario exclusivo de consumo y llevarlo a cualquier ocasión, un elemento cercano en el día a día. Se hacen campañas dirigidas a jóvenes con mensajes tradicionales y mediante canales tradicionales de comunicación: esto es ”casi, casi, tirar la campaña a la papelera”.

Ahora se hace necesario la comunicación de cualquiera de nuestras acciones a través de las redes sociales también. En definitiva, un buen comienzo, podría ser empezar a trasmitir a los jóvenes que para disfrutar del vino no hace falta ser un entendido.


Mari Paz Gil

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