Esta imagen que abre esta nueva entrada
en este blog se corresponde con la portada de uno de los discos de la banda
británica de música Sex Pistols.
Iniciadores del movimiento musical punk rock en el Reino Unido y en buena
medida en el resto de Europa y el mundo, en el segundo lustro de los años
setenta del pasado siglo XX. La banda duró escasamente cuatro años, apenas
sabían tocar correctamente los instrumentos musicales que utilizaban, pero en
ese tiempo fueron capaces de captar amantes y detractores de su estilo musical
(¡todos hablaban de ellos!), además de influir poderosamente con su vestir
vanguardista en la moda de sus seguidores: imperdibles, collage de letras y
pelos de colores. Y por si fuera poco, abrir un estilo musical influyente que
hoy en día sigue con vida. En resumen, con sus claros y oscuros de por medio,
en pocos años cumplieron ampliamente con el título de este post: “ser, es ser
percibido”.
¿Y a qué viene esto con el mundo del vino (se preguntarán ustedes)? Pues sencillamente a que dicho eslogan debería estar presente en muchas bodegas cuando desean entrar a formar parte del mercado. En este orden de cosas, no vale solamente con cuidar con esmero los viñedos y conseguir óptimas uvas para elaborar vino. Tampoco es suficiente elaborar magníficos vinos para consumo temprano o de guarda. Ambas cosas son sumamente importantes, pero la comercialización de nuestro producto lo es aún más si queremos que el consumidor conozca nuestro vino, y por tanto, estar visible en el mercado. La receta para ello no es fácil de aplicar y cada caso requiere de un análisis concreto. No obstante, sí es importante para todos los casos, tener claro que para estar activamente en el mercado hay que estar presente en cuantos frentes surjan con las posibilidades de que disponga cada uno.
¿Y a qué viene esto con el mundo del vino (se preguntarán ustedes)? Pues sencillamente a que dicho eslogan debería estar presente en muchas bodegas cuando desean entrar a formar parte del mercado. En este orden de cosas, no vale solamente con cuidar con esmero los viñedos y conseguir óptimas uvas para elaborar vino. Tampoco es suficiente elaborar magníficos vinos para consumo temprano o de guarda. Ambas cosas son sumamente importantes, pero la comercialización de nuestro producto lo es aún más si queremos que el consumidor conozca nuestro vino, y por tanto, estar visible en el mercado. La receta para ello no es fácil de aplicar y cada caso requiere de un análisis concreto. No obstante, sí es importante para todos los casos, tener claro que para estar activamente en el mercado hay que estar presente en cuantos frentes surjan con las posibilidades de que disponga cada uno.
La asistencia a ferias, fiestas
locales y regionales, la visita de medios de comunicación a la bodega y los
viñedos, el uso de las redes sociales, la colaboración en campañas solidarias
(más aún en estos tiempos grises), la presencia en Internet, la cooperación en
acciones conjuntas con otras empresas locales del mismo o diferente sector, la
búsqueda de alianzas con sectores mediáticos y la participación en eventos
corporativos de todo tipo impulsados por el propio sector, son medidas, muchas
de ellas muy sencillas de llevar a cabo y con un reducido coste económico.
No obstante, incluso contando con
facilidades para participar en la batería de acciones propuestas con anterioridad,
muchas veces y lamentablemente, son ignoradas por muchas bodegas que por una
razón u otra siguen esperando a “su príncipe azul bajo el portalón de su
palacio”. Evidentemente, y menos mal, existe la excepción que incumple esta
regla, y en ella está usted, o así querríamos pensar. En conclusión y de
entrada, “ser, es ser percibido”. El mercado no espera y hay que ir a por él. Y
desde luego ¡es posible ir a por él!
Santi S.