Generalmente por la
“añada” que viene señalada en la etiqueta o contraetiqueta de la botella se
suele valorar la calidad de un vino, la cual nos indica el año de la
recolección de la uva o vendimia. Un vino en que
aparezca el año 2012, por ejemplo, significa que fue elaborado con uvas
cosechadas en ese mismo año. Hay años en los que las condiciones
climáticas son favorables dando como resultado muy buenas cosechas o añadas y
otros en las que no. Es decisiva la climatología que
imperó durante el año dado en la comarca donde se encuentra el viñedo, sobre
todo en los periodos de crecimiento y maduración de la uva.
Según el artículo 26, apartado “e” de la Ley 24/2003 de 10 de julio, de
la viña y del vino, es función del
Órgano de Gestión, en nuestro caso del Consejo Regulador de la Denominación de
Origen Tacoronte-Acentejo, calificar
cada añada o cosecha y establecer los requisitos que deben cumplir las
etiquetas de los vinos en el ámbito de sus competencias.
En las bodegas
de esta Denominación de Origen sólo entra la uva que reúne la calidad exigida por los controles marcados
desde el Consejo Regulador, con la que se elaborarán los vinos del año. Es trabajo
del bodeguero-enólogo conseguir -a pesar de las condiciones climáticas más o
menos adversas- y mantener una línea de calidad en su producción que le permita
la “fidelidad” de sus consumidores. En la calificación de las añadas de la Denominación
Tacoronte-Acentejo , se
evalúa el producto final que llega al consumidor y se deja en segundo término
las condiciones climáticas que pudieron influir en la calidad de la cosecha
global. En el siguiente enlace se pueden consultar las calificaciones de los
últimos años:
http://www.tacovin.com/dota/espanol/hist.htm
http://www.tacovin.com/dota/espanol/hist.htm
Para ello, el Consejo Regulador Tacoronte-Acentejo, a través de un comité experto formado
por catadores, bodegueros, periodistas especializados y consumidores
califican la añada año tras año.