lunes, 25 de noviembre de 2013

Jaime Martín en Tacoronte-Acentejo



Ilustración de Jaime Martín especial para la D.O. Tacoronte-Acentejo


El pasado miércoles 13 de noviembre, el historietista Jaime Martín llegó a Tenerife para participar en el Ciclo de Cultura y Vino Tacoronte-Acentejo dentro del programa de actos que organiza la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo en La Laguna durante el mes de noviembre. Estuvo tres días en los que además de firmar ejemplares de su obra a todos los aficionados que se acercaron hasta la lagunera librería Lemus, también pudo conocer de primera mano la realidad del sector vitivinícola de la comarca Tacoronte-Acentejo. En la visita a la misma, acompañado de Francisco Lemus (Librería Lemus) y Santiago Suárez (D.O. Tacoronte-Acentejo) conoció las principales características de nuestros viñedos y pudo intercambiar opiniones con los responsables de bodegas Agryenca-Tabaibal en Tacoronte y bodegas El Lomo en Tegueste; degustando en las mismas respectivamente, el Tabaibal Tinto Barrica y El Lomo Blanco.

La noche del viernes, tuvo lugar una amena charla en la librería Con Manuel Darias que realizó un repaso comentado a la obra de Jaime Martín con participación del público presente. La noche se cerró con la presentación de la nueva cosecha de El Mocanero Blanco Afrutado 2013.

Jaime Martín, es ya un histórico autor de historieta del panorama nacional, vinculado en su momento a la underground editorial La Cúpula con sus revistas “El Víbora” y “Kiss Comics”, donde desarrolló series como “Los primos del Parque”, “Sangre de Barrio” , “La memoria oscura” y “Sex Games”; para a continuación introducirse en propuestas más intimistas como “Invisible”, “Lo que el viento trae” o más recientemente “Las Guerras Silenciosas” de próxima aparición en el mercado español y con notable éxito ya en el mercado francobelga. También tiene editado con Norma Editorial y con guiones de Wander Antunes el título “Todo el polvo del camino”, una interesante historieta sobre la crisis de los años treinta, perfectamente adaptable a la crisis actual. Ganador de diversos premios nacionales e internacionales (Normandía, Bretaña) por sus tebeos, incluido el del Salón del Cómic de Barcelona al autor revelación y el de la página Historieta de Diario de Avisos.

Tacoronte-Acentejo vuelve a apostar por el mundo del tebeo como maridaje de sus vinos; en anteriores propuestas, ya han participado Manel Fontdevila, Eduardo González, Dave McKean, Martín Saurí y Alfonso Zapico. A fin de cuentas, entre viñetas y viñedos, también se puede disfrutar la vida.



Santi S.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Por San Andrés, el mosto vino es


Este es uno de los refranes que conocemos en nuestra tierra anunciando el momento de trasegar los mostos y los vinos. Existe otra versión del mismo refrán “Por San Andrés, el vino nuevo viejo es”, que indica que nuestro vino, puede ya ser embotellado.

San Andrés es la noche donde confluyen elementos de tipo festivo, gastronómico, popular y simbólico, se abren las bodega para probar el vino nuevo y esta cata popular se acompaña de gastronomía tradicional, cobrando especial presencia las castañas asadas y guisadas con matalahúva.

Noviembre en Canarias es tiempo de abrir bodegas y celebrar tradiciones. El vino es unos de esos productos ligados al pasado, presente y futuro de Canarias, que todo el proceso de su elaboración se ha ido adornando con fiestas y tradiciones.

Existen explicaciones populares como las que afirman que San Andrés se emborrachó y se quedó dormido y los niños lo despertaron colgándole cacharros. O como la que cuenta que el santo, cojo y borracho, llegó a finales de mes y no a principios como el resto –el 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos–. Otros hablan del ruido como forma de ahuyentar a la temida langosta o de la costumbre de los bodegueros de arrastrar toneles hasta el mar para limpiarlos.

En lo que todos están de acuerdo,  es que es la culminación de todo el proceso de elaboración y un momento adecuado para disfrutar con amigos y probar el vino nuevo. ¡SALUD¡

Mari Paz Gil

lunes, 11 de noviembre de 2013

¡Vaya vallas!


El amigo conductor se habrá dado cuenta que en estas fechas proliferan las vallas publicitarias dedicados al vino en los márgenes de las autopistas y carreteras generales. Esta proliferación es reflejo del mayor esfuerzo de comercialización que llevan a cabo bodegas y Denominaciones de Origen en otoño. Una vez se reducen las temperaturas a niveles otoñales y se van fermentando los vinos nuevos, las ventas de vino se vuelven a reactivar y parte de este despertar es debido a la promoción.

Es fácil criticar y menospreciar la publicidad, ya que nos molesta en medio de la peli y frecuentemente nos la imponen en momentos que no nos convienen. En este sentido, cuanto menos mejor. No obstante, también tiene sus aspectos positivos y así lo intentan comunicar las campañas televisas del propio sector de la publicidad (sí, esos spots donde sale uno que no pertenece al anuncio). La publicidad no solo nos informa sobre la existencia y características de los productos, también genera emociones (“¿Te gusta conducir?”) y pretende mantener vínculos afectivos (“Vuelve, a casa vuelve …”). La de los vinos también.

Nuestros vinos no pueden competir con las campañas continuas y repetidas de las grandes multinacionales de la alimentación. Con sus restricciones presupuestarias sólo se asoman a la valla de vez en cuando, y lo hacen con el objetivo de recordarnos que ahí siguen, año tras año, y que ahora es un buen momento para pensar en ellos. Así que con el fresquito, el olor a castañas y la manga larga, ¿por qué no un vasito de tinto también? Y que sea de Tacoronte-Acentejo (es lo que tiene la publicidad…).





D.G.


lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Clarificas?



Los vinos una vez acabada la fermentación se presentan turbios, debido a la presencia de materias suspendidas, que irán cayendo al fondo del depósito con el tiempo. Podemos esperar que aclare por si solo, o ayudarlo mediante la adición de clarificantes, que aceleran la caída de las partículas no deseadas. Las temperaturas más bajas, el medio que lo contiene, ya sea barrica o acero, hacen que la clarificación sea más o menos rápida. Por ello, debemos decidir si clarificamos, antes de preparar el vino para el embotellado, o no. La clarificación de los vinos supone la adición del clarificante, seguida de agitación del vino para realizar una buena mezcla. En función de los elementos o sustancias que deseemos retirar y del tipo de vino, se utilizará un tipo de clarificante u otro. Entre ellos se suelen utilizar clarificantes de origen animal, mineral, marino, etc., siendo los más destacados la albúmina de huevo, gelatinas y bentonitas. Estos reaccionarán rápidamente con las sustancias, que una vez precipitadas en el fondo del depósito serán retiradas mediante un trasiego, a los 10 ó 15 días, de añadido el clarificante. Así conseguiremos como producto final, un vino más equilibrado y agradable al paladar, respetando siempre las características aromáticas y tipicidad de los vinos.




F. D.