lunes, 31 de marzo de 2014

Ópera con Tacoronte-Acentejo: en busca de consumidores


Parece que fuera cuestión de tiempo. Tacoronte-Acentejo sigue acercándose a nuevos potenciales consumidores de sonidos musicales y notas vitivinícolas. Y es que en años anteriores, el público de ritmos latinos tuvo oportunidad de maridar “Vino y Cha-cha-chá” con la banda local Rice&Beans; así como los seguidores del rock&roll tuvieron oportunidad de disfrutar del concierto de “Vino y Rock” con la banda de rap-metal-rock LAS RATAS y, también con el texto “El vino tinto no tiene quien le grite” del periodista Job Ledesma publicado en 2011 en el Vinaletras nº3:

Pues ahora toca el turno a los sonidos de la Ópera. La cita  en Multicines Tenerife (Centro Comercial Alcampo La Laguna) y las óperas que se maridan con los vinos de Tacoronte-Acentejo son: “Simón Boccanegra” el pasado 20 de marzo, “La Traviata”  el 10 de abril, “Lucrezia Borgia” el 8 de mayo y “Tosca” el 5 de junio. Todas estas “Óperas a precio de Cine” con chato de vino incluido.

El momento de la degustación de los vinos será en el intermedio de las sesiones, así los consumidores podrán acercarse a saborear los interesantes vinos de Tacoronte-Acentejo con el ritmo en el cuerpo de la mejor Ópera mundial.

¡Una buena oportunidad de disfrutar de la mejor música con el mejor vino!

Santi S.

lunes, 24 de marzo de 2014

2014: Año internacional de la Dieta Mediterránea


Fuente: Fundación Dieta Mediterránea: www.dietamediterranea.com

Tutelar, defender, poner en valor y promover los productos agroalimentarios y el estilo de vida asociados a la “Dieta Mediterránea”, declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es el objetivo de esta iniciativa promovida por el Gobierno, la Fundación Dieta Mediterránea y Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural. El vino, consumido con moderación y durante las comidas, está considerado parte integrante de la Dieta Mediterránea.

¿Qué es la Dieta Mediterránea?

La antigua palabra griega diaita, de la que deriva dieta, significa estilo de vida equilibrada, y esto es exactamente lo que es la Dieta Mediterránea, mucho más que una pauta nutricional.
La Dieta Mediterránea representa no sólo una dieta alimentaria sino también un estilo de vida saludable, un elemento que refuerza el sentimiento de pertenencia a una comunidad y contribuye a promocionar un territorio y su diversidad.

La Dieta Mediterránea es una valiosa herencia cultural, que a partir de la simplicidad y la variedad ha dado lugar a una combinación equilibrada y completa de los alimentos, basada en productos frescos, locales y de temporada en la medida de lo posible.

Los alimentos no son, en el Mediterráneo, meramente nutrientes. Convocan. Las palabras de Plutarco en su obra “Vidas Paralelas” ilustran con una sencilla perfección esta realidad: “Los hombres se invitan no para comer y beber, sino para comer y beber juntos”. No hay duda que en el Mediterráneo, cuando hablamos de ingredientes de su dieta, a “la trilogía trigo, vid y olivo”, a las legumbres, a las verduras, a las frutas, al pescado, a los quesos, a los frutos secos, hay que añadir un condimento esencial, quizás un ingrediente básico: la sociabilidad.

La Dieta Mediterránea se caracteriza por la abundancia de alimentos vegetales, como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; el empleo de aceite de oliva como fuente principal de grasa; un consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos) y huevos; el consumo de pequeñas cantidades de carnes rojas y aportes diarios de vino consumido con moderación y durante las comidas. Su importancia en la salud del individuo no se limita al hecho de que sea una dieta equilibrada, variada y con un aporte de macronutrientes adecuado. A los beneficios de su bajo contenido en ácidos grasos saturados y alto en monoinsaturados, así como en carbohidratos complejos y fibra, hay que añadir los derivados de su riqueza en sustancias antioxidantes.

Los científicos han puesto de manifiesto que este estilo de vida es beneficioso para la salud y el bienestar de las personas. Además, contribuye al mantenimiento de una agricultura sostenible y a proteger el medio ambiente.

Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV)

lunes, 17 de marzo de 2014

La convergencia mundial en el consumo de vino: causas e implicaciones




El mercado mundial del vino está inmerso en una progresiva reducción en las diferencias entre las pautas nacionales de consumo. Como retrata el estudio estadístico de Andrea Dal Bianco, Vasco Boatto y Francesco Caracciolo (ver tabla), durante las últimas décadas los países de tradición productora y, por ende, de elevados consumos per cápita han experimentado una contundente reducción del consumo. En España, que se encuentra en este grupo, el consumo por persona se redujo en un 72% entre 1963 y 2009. Valores similares se observan en otros países del entorno, como Francia, Italia y Portugal, pero también en Sudamérica (Argentina, Chile). En este contexto, mantener o ampliar la producción ha implicado un mayor esfuerzo exportador, debido a la contracción de los respectivos mercados nacionales. En el grupo opuesto, los países de mayores crecimientos del consumo de vino se ubican en contextos de escasa tradición productora y que van adquiriendo con los años un peso creciente como mercados importadores, pero en algunos casos también por la expansión de su producción propia. Gran parte de estos países son anglosajones (Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos), asiáticos (Japón) y del norte de Europa (Dinamarca, Suecia, Holanda).


Estas tendencias opuestas provocan una lenta pero persistente convergencia entre ambos grupos de países, todavía separados por grandes diferencias en los niveles de consumo, que desemboca en un mundo de diferencias menguantes en las pautas de consumo. Esta convergencia es tanto cuantitativa como cualitativa. Cuantitativa, porque tendemos a la homogeneización de las cantidades consumidas en países con recurridos históricos diferentes. Pero es también cualitativa, al extenderse la cultura del vino hacia otras latitudes en las que este producto no cuenta con un enraizamiento cultural del consumo en la producción propia. Mientras en los países de tradición vitivinícola los patrones se han ido moviendo desde el consumo cotidiano (vino de la zona durante las comidas domésticas) hacia un producto más selecto de mayor calidad (embotellado con Denominación de Origen), en los países de consumo emergente la tendencia es la opuesta. Se inicia desde el posicionamiento como producto importado para un segmento de lujo para moverse posteriormente hacia la gran distribución y la mesa de un mayor número de hogares.

Extraído de: Andrea Dal Bianco, Vasco Boatto, Francesco Caracciolo (2013), Cultural convergences in worldwineconsumption, Rev. FCA UNCUYO. 2013. 45(2): 219-231, p. 224

Estas tendencias, de largo recorrido temporal y lejos de terminar, tienen importantes implicaciones para los productores. Primero, una parte creciente del consumo de vino se realiza en lugares donde no se cultiva la vid, estimulándose de esta forma el crecimiento del comercio internacional con este producto y la necesidad de consolidar marcas internacionales por parte de las zonas excedentarias (España es una de ellas). Segundo, extender la cultura del vino hacia países no productores conlleva un esfuerzo de promoción de la cultura gastronómica en la que está insertado el producto (piénsese en la “cocina española” como vector de comunicación en este sentido). Volviendo la mirada hacia Canarias, ello implica “explicar” nuestros vinos a los turistas, no simplemente vendérselos. Tercero, los productores locales ubicados en zonas donde el consume se contrae, no pueden dejar la defensa de su mercado de proximidad en manos de la tradición; tendrán que adaptarse a la internacionalización de lo local para sobrevivir en un universo cada vez más diverso que va poblando los lineales de los supermercados. Esto no significa hacer Cabernet Sauvignon en Canarias, más bien lo contrario, pero sí obliga a enfrentarse al Cabernet chileno (o de donde sea) puesto en el lineal a 4 euros o menos. Argumentos los hay, pero hay que explicarlos.

D.G.

lunes, 10 de marzo de 2014

Llegan los concursos vinícolas


A partir de ahora y hasta fin de año, surge en el sector del vino una oleada de concursos de vinos, algunos reconocidos a nivel nacional, autonómico e internacional oficialmente y, en menor importancia,  gran cantidad de concursos locales, donde tienen oportunidades de optar a un reconocimiento, otra gran cantidad de vinos, elaborados de forma más artesanal. Es un año de buena cosecha y gran diversidad de vinos, de ahí que muchos bodegueros opten por presentar sus vinos a los diferentes concursos, porque quieras o no, a unos más que a otros nos gusta competir, de una manera más sana, que en alguna modalidad deportiva.

Aunque el consumidor -en la mayoría de los casos- se dejaba llevar más por el gusto que por una valoración, galardón o distinción obtenida por cualquier vino, hoy en día, gran número de concursos  aseguran una credibilidad indiscustible en las menciones o galardones obtenidos, lo cual, acredita a los vinos que hayan obtenido este distintivo de calidad. Y evidentemente, todo esto se traduce en un importante empujón en ventas del vino ganador.

F. D.

lunes, 3 de marzo de 2014

Copando lineales en grandes superficies


La “gran superficie” se ha convertido en el último lustro en el lugar de peregrinaje de los consumidores en busca de completar su cesta de la compra. También se ha convertido en el lugar más relevante que abarca una gran cantidad de vinos de todo tipo de procedencia y para todo tipo de bolsillos. La gran variedad de productos y precios que allí tienen lugar, unido a las continuas promociones que realizan, provoca que los consumidores cada vez estén más pendientes del devenir de las ofertas de estas grandes superficies, ya que, estando “ojo avizor” saben que se pueden hacer con interesantes productos a precios muy competitivos; entre los que se encuentra también el mismo vino.

La apuesta de Tacoronte-Acentejo ha sido coherente con dicha tendencia. Si donde más se llena la cesta de la compra es en estos espacios, allí deben de estar los vinos, y así parece ser que está siendo pues entre la gran variada y nutrida oferta de bebidas vínicas que se elaboran en este archipiélago, los vinos de Tacoronte-Acentejo copan el mayor porcentaje de los lineales entre las elaboraciones canarias. El público consumidor, además, viene apostando últimamente fuertemente por dichas elaboraciones lo que contribuye a solidificar la presencia de los mismos en el lineal.

Alea jacta est.




Santi S.