Desde la lejanía la
pregunta es fácil de entender: un destino turístico de primer orden, visitantes
cada vez más ansiosos de experimentar algo más que sol y playa, y un mundo
rural con experiencias que ofrecer. Pongámonos en el asiento de avión del
turista que va una semana a Tenerife y que va mirando (concedámosle Wifi en el
avión) lo que podría ofrecerle el mundo de los vinos de esa isla. Está buscando
lo que ha visto en otras regiones: una ruta del vino que le permita combinar su
coche de alquiler con senderos señalizados que atraviesan viñedos, bodegas abiertas para probar los vinos y ofertas gastronómicas
para terminar el día. Y le va costar encontrar alguna oferta integral que le
inspire confianza. Terminará probablemente, en caso de insistir, haciéndose su
propia ruta con la muleta del TripAdvisor y es probable que se lleve más de una
frustración en el intento de llevarla a cabo.
Y desde la cercanía
también es posible entender por qué hasta la fecha no hemos logrado la
necesaria coordinación para ofrecer al mundo una ruta del vino en Tenerife. El
viñedo está dispersado y fragmentado en comarcas que compiten entre sí para
atraer la atención de los visitantes, algunas más cercanas a los centros
turísticos, otras más alejadas. Muchas bodegas son difíciles de encontrar, no
siempre están abiertas y acondicionadas para visitas. No ayuda tampoco que el
debate político-sectorial sobre las Denominaciones de Origen de los últimos
años haya minado aún más la cohesión sectorial que, al parecer, no es capaz de
demandar, diseñar e implementar iniciativas integrales que abarquen toda la
isla: la creación de redes que faciliten la comunicación de la oferta de
experiencias eno-turísticas a los visitantes.
Por consiguiente, a
pesar del aparente “win-win”, ganancias para todos, que desde del asiento del
avión son fáciles de ver al contemplar la isla como un todo, no tenemos una red
integral de experiencias eno-turísticas. Sabemos lo que deberíamos hacer y
sabemos por qué no lo estamos haciendo. Las oportunidades siguen estando ahí;
¿para cuándo una ruta del vino en Tenerife que funcione?
D.G.