Mural, detalle del
Calendario Agrícola. Septiembre (s.XII).
Real Colegiata de San Isidoro, León
Real Colegiata de San Isidoro, León
Los últimos cuatro meses del año constituyen el período de mayor vértigo en el mundo vitivinícola, al menos en Canarias, y muy particularmente en
La emoción y nervios del devenir de la
vendimia que tiene lugar en dicho momento –prácticamente todo septiembre y
octubre– unido a la habitual impaciencia por el ritmo de las ventas de vino en
el mercado, se unen a los esfuerzos de comercialización e imagen que durante
todo el año tienen lugar para equilibrar la siempre interesante balanza de
ingeniería financiera y comercialización que permita la viabilidad del negocio
vitivinícola.
Obviamente, el ciclo de la vid
adquiere en este momento del año su mayor glamour y acapara los flashes de la
prensa no especializada como en ningún otro momento. Los comentarios asociados
a la época de vendimia son impagables en las esquinas de la comarca y llegan
hasta los rincones de la ciudad: bodegueros y viticultores atentos al momento
de recogida de la uva, mientras el consumidor general se hace eco de la calidad
de la cosecha de este año.
Tras la vendimia, se entra de lleno en
la ejecución del programa de actos que en el caso de Tacoronte-Acentejo, su
Consejo Regulador junto con otras instituciones públicas y privadas, lleva a
cabo en la ciudad de La Laguna en el mes de noviembre. Una ciudad de moda en
estos momentos donde siempre hay viandantes en sus callejuelas y donde no paran
de brotar comercios y tascas con manifiesto interés en vender vino; aparte del
empuje eterno que la savia nueva aporta la Universidad enclavada en dicho
municipio, hace de ella un lugar con múltiples opciones para el comerciante de
vinos. Con ello, la efervescencia lagunera es un atractivo reclamo para toda
bodega que desee vender su producción vinícola, y el programa de actos conocido
como “Noviembre, mes del vino
Tacoronte-Acentejo en La Laguna” el escenario ideal para que las bodegas
muestren sus virtudes al público urbano.
Por último, diciembre invita a
realizar un sprint de esfuerzo para aprovechar la campaña de las fiestas de
Navidad. El momento ideal para consumir en familia nuestros vinos y lograr
elevar las ventas de vino, incluso en el entorno inmediato.
¡Pero claro!, para que la felicidad
mostrada en los párrafos anteriores sea realidad, hay que preparar las
distintas acciones comerciales desde ¡YA!
Ese es el reto.
Santi S.
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